Ahora que al fin me encuentro y ya no camino por la confusión...

Ahora que no me hayo perdido, porque me acuesto a tu lado y me siento definido...

Ahora que duermo de corrido, amanezco en tu sonrisa y me sonrío al amanecer...

Ahora que los besos son tus labios, y la vida, tiene nombre de mujer...

Ahora que transito la felicidad, con la complicidad de unos pies, que, ocultamente, no habían ovidado los pasos dados...

Ahora que las palabras hacen poco por expresarnos, y los abrazos de tu brazos, me abrasan en silencio...

Ahora que los sueños se cristalizan, en el cruce de miradas, de tus guías a mis ojos...

Ahora que el presente se distancia del pasado, y le dicta al futuro, como ha de venir...

Ahora que no hay miedos, ni peligros al acecho, y la mayor adrenalina consiste en hacernos sentir...

Ahora que el placer es un sonido cotidiano y amarte una rutina que no se torna rutinaria...

Me acerco a tus oidos y les susurro en un canto de plegarias, que no se olviden de este lacayo, que ha de traer hasta su cama...una vez más el amor, que no se acaba, ni detiene su crecimiento...pero que en un acto de desafío, promete un pasado mañana, más antes que el mañana mismo. Un después del próximo día, en el que ya no hayan despedidas, ni necesidades acumuladas. Donde al fin se fundan, las ganas y la razón, el deseo y la desazón. Y fundidos en uno, los dos, oberven al "para siempre" y le besen el ego, hasta atraerlo para ellos y acabar comenzando, y recomenzando una y otra vez...

Que me esperes, que te amo...eso.