La nube de arena entre una brisa tenue y una ráfaga violenta. La calidez de un mar frío en la piel curtida por el sol. El silencio agrietando el alma, y llevando tranquilidad hasta el resquicio más profundo de cualquier atribulado ser. El cielo inmenso que cala hondo en los huesos. Las voces pequeñas de los que no dicen nada y lo saben todo. Las caricias que solo unas pocas miradas saben dar. Las marcas de la naturaleza en el andar cansino, y la parsimonia del natural en el ser sin parecer. Los ecos flotando entre ambas orillas.

Existe la nada. Existe el todo. Y ambas cosas son exactamente lo mismo, la nada y el todo, indivisibles en su infinitud. Existe el silencio, porque existe el oido que sepa captar su cantar. Existe todo aquello que sepamos abrazar. Y existe la luz, así como la oscuridad. Pero hay un lugar donde no existe la luz, donde no existe la oscuridad. Un lugar en donde todo lo que existe -y se conoce- es la "no-luz". Una "no-luz" que abrasa y penetra. Que carcome los miedos y los vuelve chiquitos. Que se cuela entre los poros y hace respiración boca a boca. Que da los primeros auxilios para devolver la vida. Para despertar. Que desviste y reposa en la desnudez de los prejuicios más íntimos. Para dormir. Ilumina los rincones más ocultos, y opaca los falsos brillos. Da sentido a las risas y a las lágrimas, y sentido incluso, a los sinsentidos.

Allí las espaldas se quiebran en la ondulación del terreno, para erguirse solamente ante la inefable perfección del cosmos. Sea lo que sea que ello signifique. Las palabras se disuelven en la mente, y ese espacio vacío se empieza a cubrir de letras sueltas que se anidan unas con otras conformando nuevos conceptos, nuevas ideas que jamás habían sido concebidas. Verdades que mentiras y se presentan como certezas. Polvo de estrellas.
Sabor a vida, y sobre todo, muchísimo polvo de estrellas...




Yo quería quererte hasta las tres de la tarde del Miércoles, pero vos tenías otra cosa en mente. Siempre que quise quererte te aburriste hasta quedarte dormida. Fue regla. Como cada vez que te quise olvidar y estuviste ahí para mantenerme despierto. Sos como el alcohol en la herida que habíamos olvidado, quemás y ardés en mi propia carne.

Después la taza de café y el pelo sobre la mesa. Las dos de la mañana y las cuatro de la tarde. Mi Jueves que no llega, mi Martes que se hace eterno. Y vos...vos siempre fuiste vos. El problema no es que lo seas todavía, el problema es que yo no soy él. Y verte es siempre una lágrima, o una tostada sin untar. Verte es volver a estar ciego.




8:29 AM
Le cobro 300 pesos "de menos" a un cliente. Nadie lo nota. Nadie me avisa.

(El mundo es una puta mierda y la escoria que en él habita, es hedionda y perversa)


8:56 AM
Me comunico con la esposa del cliente y le hago saber lo sucedido: "y por favor, que se acerque antes de emprender el viaje de regreso, si es tan amable?".Chequea y ve si puede.

(Qué pelotudo!, por no controlarle el pago "por demás" ( y retrasarlo). Es un hijo de puta, qué va!)


9:03 AM
...

(Es obvio que se dio cuenta. Hay que ser cornudo eh, venir a cagarme siendo un cliente de tantos años. Con la cantidad de veces que le devuelvo plata a la gente...ay la gente, no hay salida, qué esperanza!)


9:05 AM
-Sí, cómo no, tomá. Me pareció que te había dado menos, pero no estaba seguro.
(El mundo se equilibra nuevamente, y yo...yo vuelvo a creer en el mundo, en la gente, en la honestidad, en los valores y"si me apurás", creo en papanuel y (hasta) en dios eh)

Conclusiones:
*Ciclotimia al mango.
*Dormir más de noche.
*Ojalá la vida tome ese rumbo.
*Mi fe vale 300 mangos.