-Faaaaaa las minas son toda trola son -Dijo Cecilio mientras escarbaba entre sus dientes con la uña ennegrecida por la grasa del motor.
-No seas bruto mascalzone -le decia Gianluca que todavía creía en el amor pasional, a la vez que con el escarbadiente y la servilleta improvisaba un hisopo para sacarse hasta las neuronas más enquistadas en el medio de su cerebro.
-Siempre lo mismo Vos salamín, te pensás que vas a encontrar una guacha que te abra las piernas solo a vos y cuando quieras -
Gianluca se lastimó con el palillo al oir esto y sobresaltado le retrucaba con audible entusiasmo: -Callate pedazo de pelotudo, si hablás mal de la yegua de mi jermu se pudre todo eh!, además que culpa tengo yo si vó só un cornudo só!
Cecilio, que hasta aquí no había levnatado la voz, pareció perder el interés en la plática, tal es así, que inexpresivamente le miró los ojos pardos a su compañero de ruta y deshecho cualquier intento de contradecirlo. Tomó la cuchara, sorbió un poco de la sopa, aún tibia, y masculló algo apenas perceptible:- Gordo hijo de una gran puta, te voy a clavar los cuernos en el ojete, vos sí que sacás lo peor de mi, ja cornudo yo? ya vas a ver...
El Tano levantose de su silla y con ademán de cortesía dirigiose al toilette, mientras tanto el otro comensal sazonaba a gusto las patatas y definía su macabro plan. No le arrancaría los ojos, hallaba esod e mal gusto, teniendo en cuenta que se conocían hace añares. Rió por lo bajo, cuando pensó en arrancarle las entrañas a su entrañable amigo, -paradójico-se dijo, pero no podría evitarlo, su mujer le había engañado con su medio-hermano desde hace 25 años y era hora de cobrar venganza. No debo derramar sangre, no sería educadod e mi parte ensuciar el piso del comedor, menos aún incomodar aquí a todos los presentes, debería de matarlo afuera de la cantina y sórdidamente. Mascó una ve más la bola de tabaco y escupió la flema amarronada que hecha un pulmón en descomposición. Levantose ligeramnete y fue hasta el baño, una vez allí apoyose en el mingitorio, desabrochose el boton y descargo su puño e la mandíbula de su víctima.
Luego de tambalearse y dar su frente con el lavatorio, giró y pudo ponerse de pie, se limpió con una valot y luego de abrochase el pantalón blasfemó:- Estás loco paparulo, vos querés que te mate? que hacé? sos un retrasado, cavernícola...ahora me vas a decir que es mi culpa que la mina te cuernee? eh!. Si siemrpe te dije papafrita que la mina son asi son...es má, si me dá dó día te consigo la puta que quieras y sanseacabó!- Enfrentandolo con lágrimas que brotaron de las pupilas, solo atinóa descargar una bala seca en el vientre de su amigo, lo posterior fue solo un espectáculo bárbaro, no había necesidad de tomar esos testículos como trofeo de guerra, pero lo hizo por amor al arte, claro que sí! Un artista jamás dejaba una obra a medio hacer, por eso tomó su pene flácido y locortó de cuajo, para que aquel fuera destinado a su mujer, que tantas veces lo había utilizado.
Salió del habitáculo con los ojos inyectados en sangre, arecía que su sed de venganza no se saciaría nunca, se rascó el upite, se acomodó los calzones, y le dijo amablemente a doña Flora, la cantinera: -Florcita mía, discúlpeme porlos ruidos nocivos, es que el boludo del Tano se calló po el meo del piso vió? ahora llamé la ambulancia pa que le curen todo al pejerto este...y por lo sucio del piso, yo se lo limpio eh! Antes que nada lo gueno modale eh!
-No seas bruto mascalzone -le decia Gianluca que todavía creía en el amor pasional, a la vez que con el escarbadiente y la servilleta improvisaba un hisopo para sacarse hasta las neuronas más enquistadas en el medio de su cerebro.
-Siempre lo mismo Vos salamín, te pensás que vas a encontrar una guacha que te abra las piernas solo a vos y cuando quieras -
Gianluca se lastimó con el palillo al oir esto y sobresaltado le retrucaba con audible entusiasmo: -Callate pedazo de pelotudo, si hablás mal de la yegua de mi jermu se pudre todo eh!, además que culpa tengo yo si vó só un cornudo só!
Cecilio, que hasta aquí no había levnatado la voz, pareció perder el interés en la plática, tal es así, que inexpresivamente le miró los ojos pardos a su compañero de ruta y deshecho cualquier intento de contradecirlo. Tomó la cuchara, sorbió un poco de la sopa, aún tibia, y masculló algo apenas perceptible:- Gordo hijo de una gran puta, te voy a clavar los cuernos en el ojete, vos sí que sacás lo peor de mi, ja cornudo yo? ya vas a ver...
El Tano levantose de su silla y con ademán de cortesía dirigiose al toilette, mientras tanto el otro comensal sazonaba a gusto las patatas y definía su macabro plan. No le arrancaría los ojos, hallaba esod e mal gusto, teniendo en cuenta que se conocían hace añares. Rió por lo bajo, cuando pensó en arrancarle las entrañas a su entrañable amigo, -paradójico-se dijo, pero no podría evitarlo, su mujer le había engañado con su medio-hermano desde hace 25 años y era hora de cobrar venganza. No debo derramar sangre, no sería educadod e mi parte ensuciar el piso del comedor, menos aún incomodar aquí a todos los presentes, debería de matarlo afuera de la cantina y sórdidamente. Mascó una ve más la bola de tabaco y escupió la flema amarronada que hecha un pulmón en descomposición. Levantose ligeramnete y fue hasta el baño, una vez allí apoyose en el mingitorio, desabrochose el boton y descargo su puño e la mandíbula de su víctima.
Luego de tambalearse y dar su frente con el lavatorio, giró y pudo ponerse de pie, se limpió con una valot y luego de abrochase el pantalón blasfemó:- Estás loco paparulo, vos querés que te mate? que hacé? sos un retrasado, cavernícola...ahora me vas a decir que es mi culpa que la mina te cuernee? eh!. Si siemrpe te dije papafrita que la mina son asi son...es má, si me dá dó día te consigo la puta que quieras y sanseacabó!- Enfrentandolo con lágrimas que brotaron de las pupilas, solo atinóa descargar una bala seca en el vientre de su amigo, lo posterior fue solo un espectáculo bárbaro, no había necesidad de tomar esos testículos como trofeo de guerra, pero lo hizo por amor al arte, claro que sí! Un artista jamás dejaba una obra a medio hacer, por eso tomó su pene flácido y locortó de cuajo, para que aquel fuera destinado a su mujer, que tantas veces lo había utilizado.
Salió del habitáculo con los ojos inyectados en sangre, arecía que su sed de venganza no se saciaría nunca, se rascó el upite, se acomodó los calzones, y le dijo amablemente a doña Flora, la cantinera: -Florcita mía, discúlpeme porlos ruidos nocivos, es que el boludo del Tano se calló po el meo del piso vió? ahora llamé la ambulancia pa que le curen todo al pejerto este...y por lo sucio del piso, yo se lo limpio eh! Antes que nada lo gueno modale eh!