De por sí siempre me gustaron los niños (no se vayan por la tangente eh!!!), los bebes son algo que me enternece profundamente y siempre me gustó observar sus reacciones y gestos. Pero en un momento de sensaciones encontradas, y de terrible naufragio interno, lo único que me da paz es ver reflejada en el rostro de mi sobrino Tomi una gama de actuaciones indescriptibles. Lo último fue una sesión de baile de 1 hora entre salticos y movimientos espásticos de mi parte, sólo por verlo imitarme (aunque no lo crean) y sonreir. El mocosín tiene 4 meses, pero hoy por hoy es mi conección con el mundo de los sueños y las esperanzas...
No mucho más por hoy...quería saludarlos, y contarles el porque de mi estado de oscuridad, pero cuando terminen los parciales ya estaré como siempre y eso será mañana a la noche...lo otro no sé si desaparecerá, pero haremos el esfuerzo por superarlo.
Y sino puedo?, puedo y lo sé, más cuando veo los ojitos y las manitas de este gordito...disfrutenlo! Una foto la arruino Yo, la otra mi hermano Buffa que es el que estudia conmigo y me acompaña en este pa(e)sar.