A mi lo que me revientan son los camiones dijo un sapo, pero no lo escuché, el doctor hace rato que me pidió que no hable con extraños. Ni hablar de aceptar cosas de los mismos, no les conté nunca de la vaca que me invito a tomar un helado?, pues mejor que así sea, no es pa jactarse uno vio... Pero sin dudas lo de ayer colma las expectativas y capacidad imaginativa de cualquier guionista de Disney o del mismisimo Spilinbergo.
No es que uno este dotado de una belleza digna de ser destacada, pero me consta que no soy una ofensa a la vista, al menos no soy causante de suicidios masivos ni de reacciones alérgicas...no llamo la atención, pero no genero rechazo, indiferencia tampoco, excepto ayer...excepto siempre en una persona, e aquí sin más el tema que nos compete, a mi lo que me revientan son los porteros, encargados (altaneros si los hay) o en su defecto serenos nocturnos.
Pero cómo? este muchacho se volvió loco pensarán, algunos se reirán, otros más audaces se atreverán a enumerar posibles situaciones que me generen tal reviente. Bueno en fin, les facilito la busqueda si me lo permiten, los tipos no son particularmente diferentes a otras razas de personajes pintorescos, inclusive tienen un aire distintivo por su sapiencia en cuestiones relativas al trabajo en arreglos domésticos, medios de transporte en la ciudad y suelen ser poseedores de una habilidad indescifrable para acaparar números de deliverys barriales (cuestión que personalmente admiro). Pero está admiración es la que luego genera tal saturación hacia mi apacible carácter, quien me conoce sabe que poseo una tranquilidad aCsoluta.
Uno se entrega manso a la desidia del ir y venir cotidiano, atraviesa el umbral de esa puerta que nos separa de esa aventura que es la calle no menos de dos veces al día (ida y vuelta) y siemrpe se topa al entrar y/o salir con un individuo del perfil ya descripto. En reconocimiento a mi admiración, y sin mayores reparos en esto, saludo en gesto de igualdad al pobre hombre que defiende mi portal y me salva de las cucarachas en la alacena, al que me cambia las lamparitas y destapa el inodoro, con un cordial pero afectuoso hola o algún apurado pero no menos cariñoso chau. Si hasta aquí llegara la historia todo habría sido en vano, pues entonces a seguir, la respuesta es lo más preocupante, he tomadome 1 mes de entrar y salir constante para chequear mi presagio, y los resultados hablan por si solos: 152 veces pronuncié el vocablo HOLA y recibí como respuesta CHAU, 98 veces dije CHAU y la devolución fue un desorbitado HOLA y por último, cada vez que al sereno le dije buenas noches, recibí como respuesta un culpógeno que descanses, a sabiendas de la imposibilidad que me aqueja de responderle vos/usté también.
Prometo seguir investigando, no quiero hacer de mi lucha su lucha, pero avanzaré por todos los medios en la absoluta necesidad de un saludo correspondiente, si digo HOLA dime HOLA, si digo CHAU dime CHAU y si digo Buenas Noches pues prefiero que me digas buenas para ti mocoso pervertido!!!Y por sobre todas las recónditas opciones del universo infinito y del finito también, no me ignorés, no agaches la cabeza en señal de repudio o desinterés, sé mi amigo que cuando tu me comentas algo si interés yo soy quien te escucha con cara de atento oyente eh!
No es mucho lo que pretendo, solo un poco de coherencia ante mi muestra de admiración hacia estos incorruptibles personajes, estos entrañables repartidores de informe climático al paso.
Esto es todo por hoy, espero que cada uno me diga que le revienta, a ver si podemos cambiar algo ...