Me lo decías* hace una semana y no perdía una vida. Me quedan 4. Y no sabés como duele la vida que se píerde sin ser vivida.
¿Pero una vida sin amor, acaso es
vida?

¿Entonces? ¿La única posibilidad será desangrarnos en el acto amatorio?

Morir en la plenitud, para nunca caer en el ostracismo y la soledad.

Una soledad que solo es soledad, por contraposición a la inmensidad de la conjunción conocida. Una soledad que es más suya que mía, soy solo porque te tuve.

¿O soy solo porque me seguís teniendo, pero sin ejercer tu dominación?

No recomiendo la sobredosis. Pero la anemica concepción de una vida individualista, en pos de la autoconservación y el detrimento de la potencial oportunidad de sentirnos realizados y perpetrados en esa unión; lastima mis ganas de no morir.

No morir por cobardía, es peor que no ser valiente. Es aceptar que uno no está viviendo. Simplemente estar no muriendo, que conlleva cosas semejantes, pero se distancia en sustancialidad e intensidad.

La vida es un inexorable camino hacia la muerte, y duele terminar antes que después, por desamor. Pero el amor, así de cursi, es el único plano en el cual podemos morir y renacer un sinfin de veces dentro de una misma existencia. Por eso gusta, por eso asusta.

*Respuesta a Blue, por este"foto-post".