Loco yo, loco vos, locos todos y cada uno de los unos y los otros. Pero yo más que el resto, y me llegó la hora de charlarlo con algún locólogo. He decidido internarme en terapia, no se puede seguir así. Soy feliz, tengo buen humor, pero al margen de problemillas o vaivenes emocionales, lo de ayer colmó mi paciencia.
Me desperté (?) a los gritos, tirado a un costado de la cama, en el piso, quitándome, vaya a saber uno que, de mi cara. Dice mi hermano que le apreté la mano tan fuerte que casi se la rompo, dicen mis viejos que los desperté con los gritos. Yo no sé que soñé, pero definitivamente hay algo que salió exorcisado por esa vía, y no queda más que entregarse a la psicología...ayúdame Freud!!!