Ayer pensé:

La mediatización de la campaña se tornó más asquerosa/alevosa que la suciedad de la misma. La imposición de tan sólo tres figuritas, que se está trabajando desde los medios de comunicación, es patética y peligrosamente macabra. Incluído el debate en A dos Voces.

Por favor eh, no caigamos en la ceguera de creer que ese debate es una posibilidad de conocer más, porque claramente es una medida que conlleva el desconocimiento intrínseco de los otros 15, 16...candidatos.

Amén de mi opinión sobre cada uno de ellos, amén de mi creencia de que el debate de ideas siempre es productivo y fundamental. Esta vez (¿o siempre?), es un número más de este circo que llaman democracia representativa.

Hoy pienso:

Puta, ni yo pensé que iba a estar tan en lo cierto. Si el comentario que oigo circular por entre la gente, fuera real, debería producirse un histórico hecho: no gana ninguno de los tres candidatos, el ballotage se realiza entre dos partidos minoritarios, muere la estupidización de la política personalizada y vacua. Oiga!, que yo sé que no. Pero no me digan que no estaría bien eh?