Y por más esfuerzos que yo hacía, la dureza de esa superfcie cobertora era impenetrable.
La sed ampollando mi boca y la desesperación haciéndose obsesión. Sueños y desvaríos frecuentes y repetitivos, conjunción de imágenes trilladas, pero aún así, infinitamente deseables.
Días y noches, fusionados en un colpaso temporal. La continuidad discontinuada de una proyección que me mantenía en estado de alerta. Los metodos, los fines, los objetivos y el planeamiento. Todos eran una indivisible maraña de indescifrables pensamientos abstractos e insuficientes acciones.
La dificultad para abrir un coco, es directamente proporcional con el éxtasis que provoca beberlo finalmente. Y valió la pena...tan sólo por una gota de tu dulce seno, mis esfuerzos no fueron en vano. Y esa gota fue cauce, y ese cauce manantial.
Y de ese agua no has de beber, porque en ella has de vivir...

Update:
A quien quiera leerme le comunico que me acaban de publicar un texto en una página amiga. Dense una vuelta y sigan leyendo cursilerías y bobadas de un Toro sensibilero! Salut.
http://refugioblogless.blogspot.com