Corriendo por la rambla, como si fuesen los 100 metros llanos. Bajo ese sol de Diciembre que derretía el asfalto, haciendo de éste una espesa capa de negro. Tentadora, uno hubiese querido sumergirse en él, de no ser porque estaba caliente, claro. Pero es como esos infiernos en los que nos dejaríamos adentrar sin mayores oposiciones. La conjunción de un mundo adyacente y el nuestro.

Allí debía estar ese mundo del que habló Sandra Miahnovich con su pibe que no conoce los colores y pita azules inventados. Bueno, si algún día me animo y bajo le diría que pinta muy bien. Porque a mi me gusta el alquitrán suavecito, es como una montaña rusa de arenas movedizas, te sentís en peligro, pero no podés despegarte.

Y sino me sale, y si quedo abajo pa siempre? Bueno, de última me llevaría dos cosas allá, una bolita de masapán para olerla cuando no recuerde su olor, y el tamagotchi que me regalaste, ese con el que aprendí a sociabilizar con un ser vivo.

Bah, los dos sabemos que lo maté quichicientas veces, pero eso no cuenta, porque el que lo inventó (un genio de las relaciones humanas), lo hizo con esa función. La de aprender, la de experimentar, la de hacernos mejores. Una fuente inagotable de vida y muerte, que con sus constantes resurrecciones nos permitía aprender el valor de la vida (aún relativizándolo) y a su vez, nos permitía ir trabajando por y para el bienestar de alguien más. Claro, todos dirán ahora: "Pero este pibe está borracho?, pero ná que ver eh, la verdad es que sí, estoy borracho, pero no cambiaba nada.

Aunque sobrio escribí lo siguiente que nunca me animé a mostrar, lo cual cambia por mi estado de ebriedad actual: "Si vos hubieses tenido la delicadeza de dejarme antes de amarme, yo hubiese sido menos infeliz. Si hubieses intentado siquiera evitarte el momento ese, ahí, sí sí, ese...cuando escarbaste con el puñal cual banderita distintiva. Okey, lo lograste, fui de tu propiedad, porque no me poseiste, pero me entregué de la forma en que se entregan las cosas hoy día, delivery.
Ta bien, no será el mejor bocado que te comiste, pero tampoco estuvo tan mal como pa causarme semejante indigestión. No sabés tratar a la gente sin lastimarla, porque en forma egoista priorizás siempre otra cosa antes que uno..."


Me acuerdo el día que me dijiste, no queri, no nos vemos porque tengo que ir a caminar por Cuenca, estoy haciendo un trabajo de campo, cuento la cantidad de pasos que tardo en acalambrarme el gemelo izquierdo. Y yo pensé: Que mia grossa, es estudiosa, o la jodas. Ahora al fi entendí que no era de grossa, sino que no sabías demostrarme amor...si hubieses tenido tamagotchi, todo hubiese sido distinto...