Estoy al borde del abismo. Pero el abismo no es solo tentador. Es mucho más que una dulce recompensa por jugar a querernos, es saberme entregado sin más remedio. Todos saben que el cuero curtido se raja más fácil, pero eso no es excusa.
Lamer heridas no es un deporte, pero si una materia aprendida. Los primeros auxilios no me alucinan, aunque he sabido practicarlos. Pues bien, me vas convenciendo, o yo mismo lo hago? Que más da, si mientras escribo estas lineas tomo carrera para arrojarme. Ahí voy. A flotar. De la mano, abrazados, o admirandonos el uno al otro. Suavemente envueltos en una mata de aire caliente, de olor a ganas.
Me dejas gritarlo? Que se sepa: Hay vida después de la muerte, y las resurrecciones son lo más dulce.




Quisiera besar tu desnudez,
hundir mis labios en tu vientre
llegar hasta vos en cada caricia
dormir en tus cicatrices.

Juntar todas tus derrotas
arrancarlas de tu agonía
y en cada gesto de dolor
ver nacer el nuevo extasis.

Ser refugio de tus miedos,
mi pecho, el techo en cada tormenta,
llenarte de muros y cobijas
con danzas de abrazos tiernos...

Sorprenderte en cada llanto,
y beber esas lágrimas amargas de otro ayer.
Regalarte dos sonrisas,
una para hoy y otra para mañana...




"There's a calm surrender
To the rush of day
When the heat of the rolling world
Can be turned away
An enchanted moment
And it sees me through
It's enough for this restless warrior
Just to be with you

And can you feel the love tonight?
It is where we are
It's enough for this wide-eyed wanderer
That we got this far
And can you feel the love tonight
How it's laid to rest?
It's enough to make kings and vagabonds
Believe the very best"


La lengua se anudò tras el balbuceo de esas palabras. Los sonidos se apagaron sin formar ningùn sentido. Vibraciones guturales, y una garganta vacìa, seca. Tragaste dos veces y suspiraste una. Luego el miedo escudò a las desafiantes estrofas del himno de tu despedida. Una a una se sucedieron hirientes, humillantes, denigrantes y aùn asì, valientes. O inconscientes.

Me arrodillè ante tus làgrimas y besè tu ego. Sucumbì ante tus palpitaciones y residì en tu pecho. Pasè una navidad y dos noches buenas, fui padre e hijo. Te hice y deshice, de creador a creado. Soñè una noche de vestidos e inocencias. Te pintè mil gestos mìos. Te adornè con las joyas de la falsa corona. Como simbolo de soberbia, como simbolo del desconcierto.

Murieron los retratos de tu antigua panacea. Cayeron los muros, agolpando cada piedra en el recuerdo de tu olvidado reinado. La fachada fetichista, y un cimiento ajado que alejaban cualquier supuesto idealista. Tu YO màs nuevo y el que mejor te sentaba, se bifurcaron hacia el plebeyo lodal. Chapotearon juntos, los mugrosos e irreales de una nueva realidad. De tu ùnica verdad.

No quice dejar de amarte. Mi veneraciòn era infinita. Pero como en el acto de tu asunciòn, el destrone fue rutilante. Ni compungido, ni aun vencido. Decepcionado y obsesionado. Seccionado. Te di un cargo del que solo bajaste, para confirmar lacònicamente, mi amor por tu naturaleza, sea cual sea.




Hemos hablado/leido/escrito/escuchado tanto del cruce entre la virtualidad y la realidad, que sería hipócrita no dar un espacio en este lugar a lo que sucedió la semana pasada.

No fue un encuentro casual, ni una tarde cualquiera. Elegimos quebrar el, otrora inquebrantable, límite de la tecnología. Ellos vinieron a baires con alguna que otra excusa en el bolso. De seguro tendrán ahora unas cuantas más para regresar algún día.
Nosotros nos conocíamos de algún encuentro en otros lares y con otras gentes, y en seguida pudimos estar a tono sin problema alguno.

Martim, Sherita, La Oruga y yo disfrutamos de un encuentro que supero cualquier expectativa. No solamente las colmó, sino que nos dejó con sabor a poco y promesas de repetición. Faltó BZL, por algún que otro inveniente que no la dejó llegar. Faltaron tantos otros que por distancia o diferentes motivos no pudieron estar. Pero claro que habrán otras veces, en las que todos puedan estar.

Hace tiempo perdí el temor a conocer "feis chu feis" a los denominados bloggers, sin embargo pocas veces me sentí tan en familia como ese Sabado.

Esta es mi forma de agradecerles por ser tal cual imaginé que serían, pero sobre todo para retribuir las hermosas palabras que supieron dedicarnos.
Les recomiendo ir a las noches de Shered a bañarse en su dulzura de estrellas, que además me promueve club de fans y me sonroja hablando de mi dulzura y belleza (?)(hay fotos). Y por supuesto entrar en lo del Orugo que me sorprendió gratamente y quien nos deleitó con terrible post (además de decirme galán). Si quieren divertirse vayan de Martim, un loco lindo que no se cansa nunca de generar risas, aunque sea burlándose de si mismo y sus agraciadas "desgracias" (y quien no me creyó, mi virginidad de bloggeras).